En un contexto globalizado las economías se hallan en una constantes búsqueda de fuentes sostenibles de crecimiento y desarrollo, siendo uno de los caminos el transformar una economía manufacturera en una economía enfocada a la inversión e innovación, lo cual requiere establecer políticas y estrategias clara para destinar mayores recursos hacia la Investigación y el Desarrollo (I+D)
Un ejemplo de esta transformación es lo realizado por Corea del Sur en las últimas décadas, período durante el cual logró elevar su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de alrededor de 16 mil dólares a más de 65 mil dólares, es decir aproximadamente un crecimiento de 300%. Este resultado se debe a que de 1996 a 2021 incremento de forma estratégica sus niveles de inversión en I&D de 2.5% a 4.3% de su PIB.
Este modelo es un ejemplo para que México se oriente más hacia la atracción de inversiones con enfoque en la I+D que permita incrementar de manera exponencial el nivel actual de 0.5% del PIB que se tiene actualmente en este rubro. Actualmente el país mantiene una posición única al ser el decimoprimer país con más inversión extranjera y uno de los principales destinos de atracción de inversión extranjera generado por el reacomodo de las cadenas productivas o nearshoring. Por lo que es el momento, de que el país se enfoque en esas inversiones de alto valor agregado, que contribuyen significativamente a la generación de innovación y al impulso de un crecimiento sostenible.
El enfoque que Corea del Sur adoptó en su modelo para lograr lo anterior y que México debería analizar, comprende diversas estrategias clave. Entre ellas se encuentra, (i) el impulso a la educación y formación, (ii) un mayor enfoque hacia carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), (iii) enfoque hacia sectores de tecnología, (iv) esquemas de apoyos gubernamentales, y (v) impulso a la generación de patentes
Inversión en Educación y Formación
Los enfoques educativos de Corea del Sur y México contrastan en los resultados de las evaluaciones internacionales. En los últimos resultados de la prueba PISA 2018, se puede observar cómo ambos países han obtenido puntajes distintos en áreas clave para el impulso de la I+D.
Corea del Sur, con su fuerte inversión en educación ha demostrado su compromiso con la calidad educativa. En la evaluación PISA 2018, alcanzó un puntaje promedio de alrededor de 526 en matemáticas, 514 en lectura y 519 en ciencias. Estos puntajes reflejan una sólida preparación en estas áreas y un alto nivel de competencia para mantener el impulso de la I+D
En contraste, los resultados en México muestran un desafío en la mejora de la calidad educativa. Con una inversión relativa en educación, el país tiene puntaje promedio de alrededor de 409 en matemáticas, 420 en lectura y 419 en ciencias en el mismo estudio. Aunque México ha destinado recursos al sistema educativo, se evidencia la necesidad de una política educativa más enfocada, para que los resultados numéricos influyan en la preparación para abordar retos como la participación en carreras STEM y el desarrollo de una fuerza laboral altamente capacitada en tecnología.
Enfoque hacia carreras STEM
Corea del Sur ha priorizado la educación y la capacitación de su fuerza laboral, enfocándola hacia la educación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) desde niveles educativos tempranos hasta niveles superiores, logrando tener al 2021 más del 40% de los estudiantes universitarios en campos STEM. Esta estrategia le ha permitido tener una sólida base de talento altamente capacitado en tecnología, contribuyendo de manera significativa a la investigación y desarrollo (I&D) del país.
En contraste, México se encuentra ante un desafío considerable en este aspecto. Tan solo el 25% de los estudiantes universitarios se inclinan por carreras STEM, lo que ha llevado a la importación de talento extranjero
para satisfacer la demanda de habilidades técnicas que las empresas requieren en estas áreas. Esta situación ha impactado negativamente en el impulso de la I&D en el país, al limitar la disponibilidad de recursos capacitados en tecnología.
Enfoque Estratégico en Sectores Clave
Corea del Sur ha adoptado un enfoque altamente especializado al identificar y priorizar sectores clave para la I+D, llevándola a tener sostenibilidad a su economía en el largo plazo y obtener ventajas competitivas para posicionarse como líder en la exportación de productos de alto valor tecnológico. Entre los sectores se encuentra el de tecnología de la información y comunicación (TIC) que representa alrededor del 9% del PIB de Corea del Sur y la industria de la electrónica que contribuye con aproximadamente el 15% del PIB
Por su parte, México también ha buscado enfocarse en sectores estratégico, sin embargo, la carencia de políticas sólidas que estimule la inversión y el financiamiento en áreas de alto valor plantea un desafío considerable para la obtención de resultados positivos en su panorama económico. Entre los sectores estratégicos, México ha identificado a la manufactura avanzada, automotriz y aeroespacial; donde el sector de manufactura avanzada contribuye aproximadamente con el 13.7% del PIB, mientras que el sector automotriz representó cerca del 3.5%.
Es importante que México consolide su enfoque hacia productos tecnológicos de alta demanda global, como semiconductores, automóviles y dispositivos electrónicos y computacionales, que le permita diversificarse en el ámbito internacional y consolidarse como líder en tecnología y manufactura avanzada.
Apoyos gubernamentales.
En Corea del Sur, los incentivos fiscales para la I+D han sido un componente clave de su estrategia de desarrollo tecnológico, los cuales alcanzan un nivel de 0.34 como porcentaje del PIB, muy por arriba del 0.01 que se ofrece en México.
Un instrumento importante que se ofrece en Corea del Sur son los créditos fiscales los cuales permiten una mayor deducción directa de los impuestos corporativos para las actividades de I+D, en este caso en particular el país asiático otorga créditos hasta el 45% del gasto realizado en I&D, mientras que en México los créditos son menores como máximo a 30%.
Es crucial que México oriente sus esfuerzos hacia la creación de incentivos fiscales robustos, atractivos,
estratégicos y efectivos, para estimular a las empresas a aumentar sus inversiones y consolidar un enfoque de país en la innovación tecnológica.
Políticas de Propiedad Intelectual
Uno de los indicadores más tangibles del éxito en I+D es la cantidad de patentes solicitadas. En este aspecto, Corea del Sur ha experimentado un crecimiento exponencial de 1980 a 2021, comparado con lo realizado en México. En número de patentes solicitadas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) ambos países eran muy similar en 1980 en la solicitud de patentes, incluso México superaba a Corea del Sur al contar con 5,472 comparado con las 5,070 del país asiático.
Sin embargo, para el 2021 los números son muy diferentes, México solicito tan solo 16,161 patentes comparado con las 237,998 de Corea del Sur, que en su mayoría estan enfocadas a los sectores estratégicos, logrando incluso ser el primero y tercer lugar a nivel mundial en la generación de patentes en tecnología de la información, comunicación digital y aparatos electrónicos y energía. Esta expansión en el número de patentes es un testimonio del enfoque estratégico del país en la innovación y la tecnología
En conclusión, el camino recorrido por Corea del Sur, de ser una economía manufacturera hasta convertirse en una generadora de tecnología líder en el mundo, implementando estrategias bien enfocadas, ejemplifica una oportunidad palpable para que México implemente un proceso transformador hacia la innovación y la investigación.
En este contexto, el nearshoring emerge como una oportunidad para que México acelere su transición hacia un enfoque basado en la generación de tecnología. Similar a cómo Corea del Sur aprovechó su visión de futuro para impulsar su economía, México tiene la oportunidad de seguir un camino similar a través del nearshoring, y consolidar un crecimiento económico sostenible, la generación de innovación y el fortalecimiento de su competitividad global.